El fenómeno de la “snackificación” continúa imparable a nivel global. En un contexto de estancamiento del consumo y evolución alcista de los precios, el valor del mercado de frutos secos y snacks experimentó en 2013 un crecimiento del 2,6% en nuestro país, hasta situarse en 1.985 millones de euros. Europa gastó en snacks €138.000 millones anuales entre 2013-2014 y América del Norte €102.000 millones, aunque en gran medida las ventas anuales están creciendo más rápido en las regiones en desarrollo (Nielsen global snacking report, sep.2014). Pero si de países hablamos, en cuando a principales consumidores de snacks, por un buen margen los ingleses se llevan el primer puesto.
El concepto de snack está cambiando, ganando espacio como producto más saludable y que aporta una dosis de disfrute en cualquier momento y lugar, “libre de culpa”. La percepción de que el snacking previene comer en exceso en las comidas centrales del día, redunda en un beneficio para la salud y la adopción de buenos hábitos alimenticios.
Además, ha pasado de considerarse como una categoría per se, a que casi todas las categorías de producto, desde un lácteo hasta un postre, se estén buscando un hueco en el mercado de los snacks. Un reciente estudio de Nielsen apunta a que en la mete de los consumidores un snack puede ir desde unas chips, a un yogur, fruta, un postre, queso…Los productos de desayuno es la categoría que más se ha transformado en los últimos años por este fenómeno del snacking.
Y es que los snacks se están incorporando a la vida diaria de muchas personas; las pequeñas porciones, los shots o “bocados”, facilitan la vida a los pobres de tiempo para hacer comidas, lo que hace que los snacks estén acaparando de forma creciente el lugar de las comidas principales. El snacking se ha convertido en una forma aceptada de comer. Y volvemos a hablar del desayuno como la comida más habitualmente reemplazada por este tipo de productos.
El placer como driver fundamental de compra
En algunas categorías concretas de snacks, como es el caso de los snacks salados, el sabor sigue siendo el principal factor de compra. Incluso por delante de la salud, aunque si esta viene implícita, será bienvenida. El 69% de los alemanes y el 55% de los italianos (en España un 58%), dicen considerar el sabor por encima de todo cuando consumen este tipo de snacks.
Eso sí, los consumidores europeos parece ser poco arriesgados y más bien conservadores con el tema del sabor. Los más atrevidos, los alemanes: un 32 % dicen estar dispuestos a probar sabores más arriesgados y fuertes. Están por encima de la media, puesto que el porcentaje baja al 21% en España. Así los sabores salados, a queso, paprika, barbacoa o chili continúan siendo los más populares en la categoría de los snacks salados.
Oportunidades para la innovación en snacks
Mientras que tradicionalmente el snack ha estado más asociado a un público joven, uno de los targets más relevantes todavía por explotar para el mercado de los snacks son los senior. Snacks con posicionamiento salud aderezada con un toque de nostalgia, pueden ser una interesante oportunidad para este grupo demográfico tan jugoso.
Y es que aunque el factor placer sea determinante en muchos casos, la conciencia es mayor a las opciones más saludables, siendo otro de los factores determinantes de compra. Con las chips de patata en el punto de mira (aunque continúan siendo una opción muy popular), los fabricantes han realizado importantes esfuerzos en mejorar las credenciales de salud a través del horneado, reduciendo la cantidad de aceites y grasas en estos productos. Estos lanzamientos de horneados han sido un 25% mayores en el 2013 si se compara con el 2010. Y la buena noticia es que ha calado en los consumidores que los snacks horneados son más saludables que los fritos. Existe un campo aun por explorar en las formulaciones sin gluten, ricas en fibra, altos en proteínas, aquellas que aportan alta saciedad o los “supersnacks”, elaborados con materias primas inusuales en esta categoría como son la chía o la quínoa. Los snacks de frutas y vegetales se perciben como la alternativa de snacking más saludable y además, gozan de la aceptación de los consumidores que buscan una mayor oferta de snacks saludables.
Como hemos comentado, el sabor es uno de los principales atributos a tener en cuenta a la hora de la compra y consumo de snacks. Y ante el consumidor conservador que se observa en nuestro entorno , todavía hay una oportunidad significativa para la diversificación y la introducción de nuevos sabores dirigidos a consumidores más experimentales y “experienciales”. Parte de la inspiración en el desarrollo de nuevos conceptos viene de Asia, cuya influencia está creando oportunidades para la innovación en la medida que los consumidores occidentales se están familiarizando con productos, estilos de consumo y cultura asiáticos. En la categoría de los snacks esta influencia se percibe en la adopción de sabores orientales como el wasabi.
La conveniencia es otra de las características que se tienen muy en cuenta en los snacks. Los conceptos de “kits de snacking”, que pueden incluir recipientes de snacks con salsas, con formatos “untables”, puede posicionar estos conceptos como potenciales sustitutos de las comidas.
Finalmente, la procedencia se convertirá en un aspecto cada vez más importante, primando el carácter “local” asociado a un origen, que conecta con el lado más emocional de los consumidores.