Namaste! Soy Jon Ander Musatadi, gernikés, y me encuentro desde el día 6 de Febrero en India para desarrollar, entre otras actividades, tareas de investigación de tendencias para The Food Mirror. Como estudiante del Grado en Liderazgo Emprendedor e Innovación, emprendí mi sociedad cooperativa Glow y nos hemos sumergido en una intensa aventura de 4 meses que acaba de comenzar en India y continuará en China.
Antes de comenzar esta aventura, anduve informándome acerca de la comida India. Me llamó especial atención un dulce típico del país llamado “chikki”. El chikki está hecho de una mezcla de cacahuetes con panela. ¿Sabéis lo que es la panela? Digamos que es una especie de azúcar “puro” cuyo ingrediente es el jugo de la caña de azúcar y es principalmente sacarosa. No se refina ni se somete a procesado químico y, por compararlo con nuestros azúcares, contiene 5 veces más minerales que el azúcar moreno y 50 veces más que el azúcar blanco!
El primer día que llegamos a Bombay cogimos un autobús hacia Pune. De camino paramos en una estación de servicio que poco se parece a los europeos. Nada más entrar en la tienda había una sarta de distintos tipos de chikki artesanos, junto a una expectación de Indios que nos miraban descaradamente. No dude un segundo en comprar uno, que me costó 100 rupias, lo equivalente a 1.17 euros.
El chikki tiene una textura parecida al turrón duro, pero en cuanto al sabor es muy dulce y con un fuerte sabor a cacahuete. Aquí parece ser bastante típico consumirlo entre los niños, lo llevan a clase etc. Pero el consumo en los adultos también ha aumentado, y en general va dirigido a todo el público.
También lo he visto en supermercados en forma de barrita energética, y lo volví a probar!
Este ha sido un aperitivo dulce para abrir boca, pero continuaremos narrando todos nuestros descubrimientos en el blog, no os lo perdáis, Food Trend Trotters por Chindia…