¿Sabías que se predice un 30%–50% de crecimiento en la penetración de los smartphones para el 2014 en Europa occidental? En el 2015, 24 millones de consumidores españoles tendrán este tipo de dispositivos. Actualmente España está a la cabeza de Europa en la penetración de los smartphones, donde el 33% de la población tiene uno. Los avances tecnológicos van a un ritmo acelerado, al igual que su aceptación por parte del consumidor.
En los últimos tiempos la tecnología ha promovido una auténtica revolución en todos los ámbitos, y especialmente en el social, donde la conectividad e interconexión permanentes están condicionando las costumbres, los valores y los hábitos de vida, a la vez que está dotando de mayor protagonismo a unos “nuevos” prescriptores: los propios consumidores. El estudio Digital Life de TNS, el mayor estudio mundial sobre el comportamiento y las actitudes de los consumidores digitales, apunta a que el 40% de los internautas españoles confía en los comentarios en Internet sobre productos o marcas que realiza gente que no conoce.
Estos avances tecnológicos también están experimentando un importante impacto en el ámbito alimentario, donde los códigos QR y otros dispositivos en desarrollo revolucionarán las pautas de compra y facilitarán el camino a un amplio rango de servicios de información. QR significa “quick read” (lectura rápida), y seguro que los estás viendo cada vez en más los productos, y no sólo de alimentación. Estos códigos se escanean con el móvil (necesitas una aplicación para leerlos) y facilitan sobremanera el paso de la realidad física a la virtual, accediendo a información online sobre el producto en cuestión. Actualmente se utilizan sobre todo para brindar a los consumidores a un acceso directo a las webs de las empresas de alimentación, promociones y programas de “fidelidad”…pero seguro que no dentro de mucho tiempo veremos muchas más aplicaciones.
¿Cómo se está manifestando esta tendencia tecnológica en el envasado de alimentos y bebidas? Aquí adelantamos algunas iniciativas.
Esta crema de queso en Japón, incorpora un código QR que te lleva a una página web en la que proponen recetas para fomentar el uso de este producto de forma original. Una información que facilita la vida a los consumidores, y les permite ser más prácticos y creativos a la hora de desarrollar nuevas recetas sencillas a partir de un ingrediente. El consumidor objetivo de este producto son los adultos de 30-40 años, y las familias.
Este producto es un caso curioso de uso de los códigos QR. Se trata de una cerveza lanzada en Canadá en una edición limitada especial para montañeros. El producto está disponible con diferentes rutas de montaña indicadas en la lata, y cuyo código QR conecta al consumidor a una versión interactiva de cada mapa y ruta.
Cuando se habla de tecnología, inmediatamente viene a la cabeza un prototipo de consumidor: los pre-adolescentes y adolescentes (11-18 años), la primera generación que ha vivido su vida entera con acceso al mundo digital (por ello también denominados “nativos digitales”) que no conciben la vida sin ese mundo paralelo online. La conectividad de esta generación es total, principalmente a través de smartphones.
Los “nativos digitales” tienen una particularidad muy buena: son comunicadores, siempre buscan productos o experiencias y quieren compartirlas con su red social online. Para facilitarles la vida, los envases de los productos que consumen están incorporando links a las redes sociales más relevantes como Facebook, Twitter, o Tuenti. Estos links pueden ser sólo un logo o una página web impresa, o los códigos QR, que se están imponiendo.
Pero la interacción puede ser todavía mayor. Por ejemplo, la aplicación ‘Blippar’ utiliza el reconocimiento de imagen para proporcionar un acceso a la realidad aumentada (dispositivos que añaden información virtual a la información física ya existentede, ella hablaremos en otro post). Dos ejemplos en este sentido.
En este caso la aplicación te lleva desde el paquete de chicles a un juego interactivo con opción de premios y un link a Facebook para que puedas compartir tus puntuaciones, lo que permite crear cierto “enganche” del consumidor al producto.
En este ejemplo el consumidor puede escanear la botella de Ketchup para interaccionar con una libro de recetas virtual que permite fomentar el uso de este producto como ingrediente para platos que normalmente no van acompañados de ketchup. Lo que persigue la iniciativa es ampliar el uso del ketchup en la alimentación diaria.
La tecnología está dando y va a dar mucho juego en el ámbito alimentario, así que seguiremos hablando de ella…
Fuente: información obtenida en el último Mintel Forum, Mayo 2012, Barcelona.