Seguimos desgranando las EATendencias, y hoy le toca el turno a Slowcal, que nace de la fusión de los conceptos de “slow” y “local” y como una contracorriente al rápido ritmo de vida, a la sobreabundancia alimentaria (en nuestras latitudes, claro) y al despilfarro en la sociedad moderna de consumo. Slowcal está cargada de conciencia, y es que lo que está detrás de ella es una mayor concienciación y responsabilidad con el impacto del consumo alimentario en todos los ámbitos: personal, social, económico y ambiental.
Una manifestación de esta tendencia es el auge espectacular que están teniendo en los últimos tiempos los huertos urbanos, espacios que simbolizan una cercanía y mayor accesibilidad a la producción de los alimentos, y la consecuente mejora del impacto ambiental y del entorno urbano. Por poner sólo un ejemplo de los muchos que hay, una iniciativa en Londres que tiene por nombre “Food From the Sky”, un supermercado con huerto orgánico en el tejado que posteriormente vende lo que produce en la planta de abajo.
Un rasgo muy relevante de Slowcal es la sostenibilidad ambiental, y es que la alimentación se ha convertido en el nuevo “eco-issue”, donde la creciente sensibilización hacia el impacto de la producción y el consumo alimentario en el medio ambiente está promoviendo muchas iniciativas, tanto empresariales como por parte de los consumidores. En el primer caso cada vez adquieren mayor relevancia los distintivos que indican el impacto de un producto en el medio ambiente, como la huella de carbono. Incluso ya existen aplicaciones móviles para monitorear y acceder a tu huella de carbono.
Es importante no olvidar que la sostenibilidad no debe limitarse a la producción de alimentos, sino también al consumo, hay que desperdiciar menos! Y si no que se lo digan a algunos muy concienciados en este sentido, como un restaurante de Sydney donde te ponen una “multa” si no terminas la comida que has pedido.
Ahora, ¿consumir local significa un menor impacto ambiental? Ojo, porque los consumidores tenemos esto muy interiorizado pero no siempre es así…. Por ello esta tendencia va unida no sólo a lo local como cercano, sino a productos locales (pero que pueden ser muy lejanos) que tienen un impacto en el entorno socio-económico de esa región (porque ayudan a comunidades indígenas, porque se recuperan actividades que promueven el empleo del pueblo o ciudad, etc.).
Slowcal tambiénes símbolo de un modo de vida más desacelerado, placentero y en equilibrio con el entorno, un consumo de productos de calidad tanto sensorial como de valor moral, donde tanto los propios productos como el acto de comer, adquieren toda su relevancia.
Cabe destacar la relevancia de nuevo de las tecnologías de la comunicación como facilitadoras de la venta y consumo de producciones locales, gracias a la interconexión y las comunidades. Ejemplo de ello, Eggzy, en Estados Unidos, que ofrece herramientas y un espacio online para ayudar a los productores de huevos a compartir sus productos con las personas de su zona.
Disfruta y vive slow!
Las fotos, de Flickr, son de AdRikTa, Miia Ranta
Hola!
Me ha parecido muy interestante tu post sobre las fusión de las 2 tendencias SLOW y LOCAL.
Como comentas, sale de una mayor cocienciación y responsabilidad de la sociedad moderna. Esperemos que por ello, no se convierta en una moda pasajera, sino que se trate de una iniciativa que perdure!
Te invito que te pases por mi blog! http://www.saludalacarta.net
Un abrazo,
Elena