Los envases del futuro, además de contener y proteger al alimento, deberán incorporar nuevas funcionalidades que aporten un plus de innovación al producto: “hablar” o interactuar con el consumidor, avisar del deterioro del alimento, alargar la vida útil del producto, ser comestibles, resistentes a temperaturas de horneado, adaptado a las manos pequeñas de los niños, aportar una experiencia sensorial agradable, etc.
Según Business Insights el futuro de los envases y embalajes se dirige hacía el alargamiento de la vida útil de los productos en el lineal a través de los envases activos (con propiedades biocidas, antioxidantes o absorbedoras de gases), la evolución hacía los envases inteligentes a través de nuevas funcionalidades y el desarrollo de envases sostenibles (materiales reciclables, biodegradables o compostables). Según expertos participantes en el proyecto internacional de I+D Susfoflex “los innovadores envases de plástico protegerán a los alimentos contra bacterias como la E Coli e indicarán el estado de conservación y de stock del alimento”.
Algunas empresas alimentarias ya están incorporando soluciones innovadoras de envasado, si bien se trata de un campo poco desarrollado aún. Mostamos unos cuantos ejemplos:
Envase autoenfriable o autocalentable: en un post anterior, el de innovación radical en bebidas, describiamos una lata de bebidas autoenfriable que será lanzado en breve en Estados Unidos, el “West Coast Chill Pure Energy Drink”, cuyo mecanismo de enfriamiento es respetuoso con el medioambiente. Los envases autocalentables tienen potencial de crecimiento también, ya que se adaptan perfectamente a nuestros nuevos estilos de vida en los que valoramos la comodidad de uso y la opción de consumo en “cualquier lugar y momento”.
¿Te imaginas que al comerte un yogurt puedas también disfrutar de su envase? Esto está cada vez más lejos de la ficción y más cerca de la realidad. Se trata de un experimento revolucionario llamado Wikicells, una forma de envase comestible para alimentos y bebidas. La idea procede del ingeniero David Edwards de la Universidad de Harvard en la que se desarrolla un nuevo formato que permite a los consumidores comer y transportar los alimentos sin la necesidad de plásticos.
Unido a la experiencia sensorial, también se está trabajando en el desarrollo de texturas especiales para envases que sorprendan gratamente al consumidor al tacto o en aromas encapsulados en el material de envase que se liberan en el momento de abrir el envase.
La sostenibilidad: existe una apuesta clara y necesaria por los materiales de envasado más respetuosos con el medioambiente. Las investigaciones se dirigen al desarrollo de envases más ligeros, envases procedentes de materias primas renovables, bioegradables, compostables o reciclables. Como ejemplos tenemos la botella Plantbottle de coca-cola (a base de PET procedente de la caña de azúcar), los vasos de los yogures Activia de Danone (fabricados a partir de PLA Ingeo de NatureWorks) o el agua mineral natural “Lanjaron” con un nuevo formato de garrafa PET que emplea un 20% de material de origen vegetal (etileno procedente de deshechos de caña de azúcar) y presenta una huella de carbono un 21% inferior a otras botellas similares.
Una línea realmente innovadora es el desarrollo de materiales totalmente nuevos a partir de subproductos que existen en grandes cantidades. En este sentido investigadores del Instituto Fraunhofer IVV han desarrollado no solo un biomaterial a partir de una proteína del suero de la leche sino también un proceso económico gracias al cual se pueden fabricar de forma industrial láminas multifuncionales para el envasado de productos alimenticios. Este desarrollo es fruto del proyecto europeo WHEYLAYER («Películas plásticas recubiertas de proteína sérica para reemplazar polímeros caros y aumentar su capacidad para ser reciclados»). Los beneficios de esta innovación para la industria serán enormes debido a que se logrará aislar los alimentos del oxígeno, la humedad y la contaminación química y biológica y además, los ingredientes naturales del suero ampliarán la fecha de caducidad de los alimentos.
Sin duda alguna, la ergonomía y la facilidad de apertura/uso serán uno de los aspectos clave a la hora de diseñar un nuevo formato de envase. Innovaciones recientes como el cierre abre-fácil de Crown, el cierre Orbit o el envasado OptiLift/Pull Top para latas serán claves para ayudar a las personas a superar los problemas asociados al envejecimiento. Un ejemplo: los tarros de mermelada de Duerr´s (del Reino Unido) son dos veces más fáciles de abrir gracias al cierre Orbit.
La comunicación con el consumidor es una de las áreas más novedosas e interesantes, que avanza a pasos agigantados gracias a los avances tecnológicos y el boom de la web social. Así, encontramos en el mercado envases “parlantes”, productos con código QR o etiquetas RFID que nos dan información sobre el producto (su historia, origen, características nutricionales, recetas, etc.). Otros alimentos incluyen funciones inteligentes que dan información sobre el estado de los alimentos y nos avisan, por ejemplo mediante un cambio de color, si el alimento ha caducado o está demasiado caliente para tomar. Algunos ejemplos:
- earmotionPac – el primer envase que habla: usando códigos especiales en las tintas de impresión, es posible introducir información y sonido junto a las imágenes. Un lápiz especial, usado por el consumidor, permite tocar determinados puntos del envase, y leer la información almacenada y oírla en forma de audio. Este desarrollo de Wipack convierte el envase en un comunicador de la marca en el punto de venta con un valor audiovisual añadido.
- La marca de cervezas Coors Light, dispone de un envase inteligente que indica el momento en el que la cerveza fresca, ideal para tomar, mediante un cambio de color en la etiqueta.
- La empresa australiana Smart Lid Systems ha lanzado al mercado la tapa Smart Lid para bebidas calientes como el café o té. Esta tapa desechable alerta al consumidor que la bebida esta muy caliente, ya que la tapa cambia de color marrón a rojo intenso. Al enfriarse la bebida la tapa vuelve a su color marrón original.
Según nos cuenta en un interesante artículo trendwatching.com, cada vez más, la tecnología está permitiendo a los consumidores acceder a historias más completas e interesantes a través de la unión de los mundos online y offline. Los consumidores armados con sus smartphones reciben con los brazos abiertos un universo en el que pueden informarse sobre casi cualquier cosa con la que se encuentren en el mundo real, de una forma natural, e incluso comprarla, en cualquier momento. También está permitiendo a la gente hacer comparativas de productos/precios, ver opiniones, recomendaciones, contar sus propias historias o incluso participar en el diseño de un nuevo producto, etc.
Existen ya marcas que sacan provecho de esta tendencia, llamada POINT-KNOW-BUY (Apuntar-Saber-Comprar):
- Heinz lanzó un ‘libro de recetas de realidad aumentada’ utilizando tecnología Blippar. Los usuarios de esta app pueden apuntar con su cámara a un bote de Tomate Kétchup de esta marca para ver como las recetas salen de la propia botella.
- Los amantes del vino pueden utilizar la app Snooth Wine Pro para fotografiar etiquetas de vino que les remitirán a la base de datos de la página web. Los usuarios pueden así ver críticas, comprobar precios y comprar online.
Por último, solo nos queda destacar la creatividad en el envasado y la posibilidad de diferenciarse mediante propuestas atrevidas y originales, adaptados a los tiempos actuales. Podemos encontrar ejemplos de diseños interesantes en la web de boredpanda, inspirationfeed, o los premios pentawards.
Seguiremos mostrando novedades en el envasado alimentario en Food Trend Trotters.
Echadle un vistazo a este articulo anterior a este para ampliar información sobre envases comestibles: http://www.marketing4food.com/envases-comestibles-la-nueva-revolucion/