Durante su viaje a través de Japón y EEUU, Asier nos envió una serie de productos que él consideró que eran interesantes para su estudio…así que en el laboratorio sensorial de AZTI-Tecnalia nos hemos puesto a sacarle jugo (y no sólo a nuestras papilas gustativas) a los alimentos que hemos ido recibiendo. A través del blog FoodTrendTrotters os vamos a ir presentando qué impresiones nos produjeron los productos tanto a nivel visual como a nivel gustativo…algunos, inolvidables… otros, para olvidar!
Empezamos con este calamar relleno de queso…la verdad es que el producto tenía un aspecto exterior algo reseco, con un ligero brillo que recordaba al plástico, y al tacto resultaba un producto un poco duro. Pudimos observar que era difícil que se mantuviese íntegro, ya que se desprendía el queso de la cubierta del calamar. El olor era a producto ahumado, y en boca resultaba bastante seco, correoso y gomoso. Eso sí, sabía bastante más al queso dulzón que a calamar, y tenía un sabor que recordaba al wasabi, tan característico de Japón.
El siguiente producto eran unos palitos de snack de queso y bacalao (todo hay que decir que aprovechamos los conocimientos de japonés de nuestra compañera Sandra Rainieri para descifrar los productos y sus componentes). El producto era curioso…tenía tres capas: la parte interna tenía un color amarillo y la externa, blanco…que recordaba a las obleas de toda la vida. El aroma era muy intenso a queso, sabor que predominaba sobre los demás. El bacalao brillaba por su ausencia, quizás sólo aportaba un punto salado al producto que nos gustó…Podemos decir que fue un descubrimiento agradable tanto por el atractivo visual del producto como por el sabor, olor y textura, que lo hacían muy apetecible!
Y después venía otro producto de calamar, en este caso se trataba de calamar ahumado en formato snack. Si véis la foto, es un producto curioso con una forma arrugada- ondulada que se asemeja a los tallarines, aunque con forma de aro. A nosotros nos pareció muy atractivo a nivel visual. Y al probarlo… tenía el característico sabor agridulce de los países asiáticos, y la intensidad era elevada. En lo que respecta a la textura, era bastante seca, elástica y gomosa, vamos, la propia de un calamar!
Y para terminar con esta sesión de cata, nada más representativo de Japón que un snack de alga, en este caso de alga Kuki wakame. Se presentaba en bolsitas monodisis de plástico alargadas, y menos mal porque realmente es un producto que por lo menos para los occidentales, es para comerlo en pequeñas dosis…
El aspecto era de un producto húmedo, gelatinoso y brillante. Y era de un color verde oliva intenso. Olía muchísimo a vinagre, recordando el olor que desprenden los encurtidos tan nuestros, de hecho, al probarla nos recordó inmediatamente a un pepinillo agridulce. Nos sorprendió que realmente olía bastante más de lo que sabía realmente a vinagre, y sobre todo la textura, muy dura y fibrosa. Realmente, un producto complicado de consumir para nosotros, quizás para acompañar en una ensadala más que para consumir tal cual.
Opciones para todos los gustos…y sensaciones sensoriales muy diferentes a las de los productos a los que estamos acostumbrados. Seguimos catando!
Pingback: Tweets that mention Food Trend Trotters » Descubrimos los sorprendentes perfiles sensoriales de los productos japoneses -- Topsy.com