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Osaka: sabores, cultura y amigos…

25 Nov 2010
tics
4
cultura, experiencias, gentes, Japón, osaka, viajero

Tras los dos días de viaje en barco desde Shanghai empezamos a divisar el puerto de Osaka a lo lejos, al ir llegando a la costa japonesa uno se da cuenta de que China y Japón son dos mundos totalmente diferentes. Los controles de inmigración son exhaustivos, hay que decir que debido a su insularidad y la enorme calidad de sus productos agroalimentarios , Japón tiene un gran control sobre los las impotaciones alimentarias que llegan a su territorio , el temor a plagas y epidemias hortofrutícolas y animales hace que sea uno de los países con más rigurosos controles fitosanitarios y zoosanitarios,  por todo ello los visitantes no somos menos y somos registrados para ver que no hay peligro, lo que tratan de evitar es que no pasen  frutas que puedan contener plagas o  restos de productos cárnicos que puedan ocasionar problemas dentro del país. Os adjuntamos un informe de hace años del ICEX  en el que se pueden ver  algunas de las peculiaridades de Japón con respecto a las importaciones agroalimentarias.

Tras inspeccionar mi mochila (con una sonrisa todo sea dicho de paso) y algunas preguntas sobre mi viaje , consigo el sello del visado turista que  permite estar hasta  tres meses en tierras japonesas ( para todos aquellos que somos ciudadanos europeos). Desde el puerto de Osaka hay un bus lanzadera que te lleva  a una parada de metro, con la mochila al hombro y el cansancio acumulado del viaje en barco bajo a mi primera estación de metro japonesa,  intento entender el conglomerado de colores que tiene el sistema ferroviario y de metro. Busco la ruta que me debe llevar a una estación cercana al  Hostel donde me voy a alojar, mientras descifro el mapa se me  acerca una persona que en perfecto inglés me echa un cable e indica el camino  y los transbordos que debo hacer , resulta ser un ejecutivo de la industria petroquímica , durante 20 minutos vamos hablando de la vieja Europa y de China, se interesa por mi viaje y por el proyecto Trendtrotters y nos despedimos deseándonos suerte e intercambiando las tarjetas.

Debo coger la JR Osaka Loop Line, que me llevará cerca del Osaka J Hoppers Hostel que será mi hogar esos días . Soy el único occidental en los vagones y en las estaciones, así que de vez en cuando algunas personas cruzan la mirada conmigo. Al salir de la estación llego a mi primera  calle japonesa, me encuentro como dentro de un cómic japonés o en  una de esas series de dibujos animados que nos  llegaban a los países occidentales cuando era pequeño . Casas bajas con un toque tradicional nipón, carteles en japonés, bares pequeños donde se cocina en planchas , las sempiternas tiendas  7 eleven,  personas de todas las edades en bicicleta , la extremada limpieza se conjuga con la educación exquisita del pueblo japonés. Todo ello son las primeras impresiones que tengo recién llegado a Japón y parece un mundo aparte de todo el caos  vivido durante mis meses en India, Nepal , Sudeste Asiático y China

Llego al J Hoppers, lo primero que me sorprende es que debes dejar el calzado en la entrada del edificio, el hostel tiene zapatillas para los huéspedes, en dos colores y diferentes  tamaños:  grande, mediano y pequeño. Sin duda  que ese pequeño detalle de las zapatillas muestra un salto cultural enorme con todo lo que dejo atrás, y es algo que nunca había visto entre todos los hostels en los que he estado a lo largo de mi vida, lo cierto es que es extremadamente  agradable el lugar, y sea o no por el  estar en zapatillas empiezo a sentirme como en mi propia  casa. Los Hostels ( que no simples albergues juveniles ) siempre los he considerado como unos de los mayores ejemplos de espacios cosmopolitas, tolerantes y creativos que uno se puede encontrar en el mundo. Los J Hoppers son  una cadena  de hostels distribuidos por algunas de las  ciudades más importantes de Japón, es la idea de un viajero que daba la vuelta al mundo en moto hace años  y que viendo la ausencia de estos establecimientos se lanzó a la idea empresarial de hacer de su pasión un modo de vida. El personal del hostel es tremendamente educado y agradable, y puedes ver su blog corporativo donde cada empleado tiene un perfil en forma de caricatura, sin duda una muestra más de la creatividad japonesa.

Debo esperar para hacer el check in en el hostel, aunque me permiten dejar la mochila y me pego una ducha, las escaleras del hostel están empapeladas con fotos de los huéspedes durante sus viajes, sin duda una genial idea que hace que me sienta muy a gusto . En la cocina del hostel me encuentro con Gustavo, un viajero de Aranjuez que trabaja en la multinacional agroalimentaria Unilever, decidimos ir juntos a comer y de paso conocer un poco la ciudad.

Nos desplazamos en metro y en la línea JR (en  otro post hablaremos del Japan Rail Pass que es  el sistema que permite a los turistas moverse en tren por Japón) y llegamos a la zona del parque del Castillo de Osaka, como su nombre indica , está presidida por su precioso castillo que ejerce como imán para turistas nacionales e internacionales. El lugar está repleto de estudiantes, mientras Gustavo y yo hablamos de viajes pasados y futuros nos encontramos con una enorme variedad de máquinas de vending, en algunas de ellas se pueden elegir tus bebidas con o sin hielos.

La tarde nos llevará  a la zona de Dotombori, allí saboreamos un sabroso Okonomiyaki en un bar popular, los cocineros y camareros no entienden ni una palabra de inglés ,pero pese al problema del idioma  conseguimos hacernos entender indicando que queremos comer lo mismo que la mesa de enfrente,  las sonrisas del personal se extienden por el lugar y  en escasos diez minutos tenemos un recién hecho Okonomiyaki que es acompañado con una sabrosa cerveza local. Nuestro restaurante es popular, pero por la zona hay restaurantes con fachadas totalmente creativas e innovadoras, alguno de ellos  nos llama la atención como el que se muestra en  la foto de abajo.

Lo primero que me sorprende de Osaka es la vida que hay en la calle, los restaurantes están a rebosar, pronto entiendo aquello que me dijo en Vietnam la viajera japonesa Taka ´lo que en Tokyo se gasta la gente en ropa ,en Osaka se lo gastan en comer´ . Volvemos Gus y yo al hostel y podemos hacer el check in y acomodarnos en la habitación dormitorio donde comparto habitación con otros siete viajeros de orígenes diversos :Australia, EEUU, Canadá e Inglaterra .

A las 20 horas tengo un encuentro muy especial, hay un meet up de Travbuddy ( la red social de viajeros de la que soy miembro) así que me dirijo de nuevo para la zona de Dotombori, allí quedo con las japonesas locales Yasuyo, Ayaka y con dos viajeros que se encuentran en Osaka en estos momentos, el canadiense Dominic y el marroquí Imad. Es una vez más un encuentro extraordinario, me siento muy  contento de pertenecer a una comunidad de viajeros como Travbuddy, durante próximos días volvería a quedar con todos ellos  y podré saborear Sushi, o descubrir lo genial que es cenar Kushikatsi ( brochetas  de verdura, carne o pescado ) que tú te cocinas , friendo  tu propia comida en unas sartenes que van incorporadas en las mesas del restaurante.

Osaka sería la ciudad y entrada en Japón durante mi vuelta al mundo, una ciudad que no decepciona ni al viajero ni a los amantes del buen comer. Una ciudad en la que saboreé buena comida y en la que conocí nuevas platos, nuevas innovaciones alimentarias y lo que es más importante, fue el lugar en el que encontraba nuevos amig@s. De Osaka me despedí con la sonrisa de  Yasuyo, Ayaka y Ayaho ,con ellas sacándonos las creativas fotos- recuerdo en las populares máquinas Purikura .

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4 Comments
  1. Dabid Martinez 25 noviembre, 2010 at 8:37 Responder

    La verdad es que tiene que dar gusto viajar a una ciudad tan multicultural 😀

    A mi me encanta la comida Japonesa, así que creo que podría hacerme toda una calle de restaurantes como por aquí nos la hacemos ce zuritos… ummm.

    Parece muy bonito, eso si la foto del restaurante da miedo, no se si entraría por miedo a que el chef (el dibujo animado ese) me comiera 😛

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  4. Iván 29 noviembre, 2010 at 22:28 Responder

    DAabid. Pues si, el restaurante era demaiado freak, lo de la tele en la fachada para flipar, nosotros optamos por cenar en un bar popular. Osaka destaca por ser un lugar donde la gente vive bastante en la calle comiendo y cenando, no tienen nada que envidiar a los zuritos y las tapas. Es curioso cuando ves a ejecutivos con el maletín y dando eses tras las cenas de trabajo, de ahí que muchoss opten por dormir la mona en los famosos hoteles cápsula

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